Jesucristo según los Evangelios – (E. Peña Rica – M. Useros Carretero)
La palabra “Evangelio” significa “buena nueva“, es decir, buena noticia o anuncio. Esta noticia venturosa no es otra que la venida de Jesucristo al mundo para redimirnos. Por esta razón el nacimiento de Jesús en Belén fue anunciado por los ángeles a los pastores como “evangelio de gran gozo“.
Por consiguiente, el Evangelio no es otra cosa que la vida y doctrina de Nuestro Señor Jesucristo. En este sentido decimos que el Evangelio es uno solo.
Primeramente los apóstoles predicaron de viva voz los hechos y las palabras de Jesús, obedeciendo el mandato del Maestro. Es lo que se llama el “Evangelio oral“. Más tarde aquella predicación fue puesta por escrito para que se transmitiera con fidelidad a través de los siglos, dando origen al “Evangelio escrito“, que es lo que designamos normalmente con el nombre de “Evangelios“, que son cuatro.
Aunque el Evangelio es uno, son cuatro las narraciones que conservamos del mismo, debidas a San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que por esta razón son llamados “evangelistas“.
San Mateo fue cobrador de impuestos y después apóstol de Jesús. Escribió su Evangelio para convencer a los judíos de que Jesús era el Hijo de Dios y el Mesías anunciado por los profetas. Se le representa por la figura de un hombre, porque comienza su narración evangélica por los antepasados o ascendientes de Jesús como hombre.
San Marcos era discípulo y compañero de Pedro en su predicación en Roma. Su evangelio reproduce la predicación de San Pedro. Se le representa por un león, porque en su primera página nos presenta a Juan Bautista en el desierto, morada del león.
San Lucas era médico y discípulo de San Pablo, al que acompañó en sus viajes apostólicos. Escribió su Evangelio después de haberse informado cuidadosamente de los testigos oculares para ofrecer una narración más completa. A él debemos muchos detalles de la infancia de Jesús. Se le simboliza por el toro, porque nos presenta al principio de su Evangelio el sacrificio de Zacarías. Y el toro era uno de los animales que se inmolaban en estos sacrificios.
San Juan es el “discípulo amado” de Jesús. Escribió su Evangelio de muy anciano. Es tan sublime su lenguaje y tan altas las enseñanzas que nos transmite, que se le ha comparado al águila, que siempre vuela por las alturas.
No hay libro en el mundo comparable a los Santos Evangelios.
Testamento significa aquí “alianza” o compromiso sagrado entre Dios y los hombres. Con la venida de Jesús al mundo termina la antigua alianza o Testamento, que fue hecho en el Sinaí. Al ofrecer Jesús el sacrificio de su vida en la cruz establece el “Nuevo Testamento“, que será eterno.